La tienda en Bondi Junction de ZIMMERMANN, que reabrió sus puertas este mes, se construyó principalmente con bloques hechos de cáñamo mezclados con cal. Este material, conocido como hormigón de cáñamo, se considera un material de carbono negativo, ya que elimina más carbono del que emite a la atmósfera durante todo su ciclo de vida.

Varias evaluaciones del impacto del ciclo de vida del hormigón de cáñamo han demostrado la capacidad de este material para absorber el carbono que se sustrae principalmente de la atmósfera a través de la fotosíntesis durante el crecimiento de las plantas. Los cultivos de cáñamo, por sus cualidades de resistencia y rápido crecimiento, no necesitan pesticidas ni herbicidas, necesitan poca agua para crecer en comparación con otros cultivos y requieren una cantidad relativamente pequeña de tierra para cultivar.

Además, el hormigón de cáñamo absorbe carbono por carbonatación durante la fase de uso de los bloques. La carbonatación es el proceso por el que el aglutinante a base de cal absorbe carbono del aire de forma continuada en el tiempo.

El carbono así capturado se almacena en el hormigón de cáñamo durante toda su vida útil.

Al final de su vida útil, el hormigón de cáñamo ofrece oportunidades de reciclaje o reutilización, alargando su vida útil.

Los interiores de la tienda se decoraron con una pintura natural al agua y los espacios presentan una variedad de muebles y piezas vintage, incluida la puerta vintage de teca, rescatada de la demolición del edificio Cumberbatch del Trinity College de Oxford.